Este lunes pasado, estaba medianamente embullado de ir al Teatro
Nacional a ver el concierto de Julieta Venegas, contaba con un pase
vip -digo contaba- porque luego me enteré que me había quedado
quemado con la gestión de la entrada, pero bueno, tenía el día
planificado, trabajo en oficina, trabajo en la radio, universidad y
después para el Teatro.
Termino la rutina del día, salgo de las clases de Filosofía que
estaban muy interesantes, -bueno que remedio, tengo que crear en mi
subconsciente esta idea para poder aprobar, si no, me voy del aire,
-literalmente como Matías Perez- :).
Terminan las clases y a por mi P16 o P2 o lo que pase para el Teatro
Nacional. Hago unos minutos, espero pacientemente , pasan dos ómnibus,
pero yo realmente no tenía ganas de que me arrugaran mi camisa y
pisotearan mis zapatos -ya me quedé descalzo en el vedado hace poco
por aventurero-
Esperé unos 15 minutos, vi unas cuantas caras conocidas, desconocidas
y hasta etc, abordé el siguiente P, me bajé en la plaza y a
socializar.
Al llegar estaba eso lleno de gente, -como siempre aglomeración por
gusto-, ya que a las 9 PM es que abriría para entrar el público, hice
mi observación científica tanteé el terreno, recibí mi póster de
Julieta Venegas y me dediqué a buscar caras conocidas, que siempre
aparecieron, hablé con una amiga que además de actriz vende caramelos
y dulces, ella me dice -mijo hay que luchar que el arte está difícil-
, al instante que decía ella yo me eché a reír porque es una realidad
que el arte es mal pagado en Cuba, sobre todo la radio por lo difícil
que es de hacer, sin contar que para entrar hay que hacer banco más
que la lista de espera interprovincial por allá por los años 90.
Pero bueno, amenizaba la charla y me enteraba de las entradas que
desde el pasado martes estaban a la venta, cosa que nunca me enteré,
-nada, yo de ingenuo como siempre- pensándome que era libre la
entrada, que iluso el niño -me decía a mi mismo-.
Por otro lado la colega con quien charlaba me decía -Luisi, están
vendiendo las entradas entre 10 y 15 CUC- Resultaba escandaloso para
mi pagar una suma tan alta por mucho que me gustara Julieta Venegas,
el trovador Filiú y la Cantante Rochi, !no es para tanto!. Ella me
contaba cómo logró comprarse un juego de muebles con el dinero que
hizo con la venta de entradas para los Premios Lucas, -!Ño!-, hay
gente con dinero en la Habana, le decía, aunque internamente una vez
mas en mi imaginario se cocinaba la tesis que decía:
Bueno, 11 millones de cubanos, 300 personas pueden pagar 15 CUC para
un teatro, realmente no es significativo, teniendo en cuenta que la
mayoría son personas de un nivel adquisitivo moderadamente alto.
Bien,logré adquirir una entrada en CUP(sin mucho apuro agarré primera
fila de la Sala Avellaneda, al menos en pantalla la veo, en vivo, pero
en pantalla)
Me despedí de la amiga con quien charlaba e hice otra "observación
científica" -sonó como una investigación indicada por el profesor de
Metodología de la Investigación-, en fin, buscar mas gente conocida ya
que no es muy agradable ir a un lugar solo, -aunque mejor solo, que
mal acompañado-.
A los veinte minutos entablo charla con un viejo amigo, el personaje
parecía un ventilador en la entrada mirando para todos lados buscando,
luego me explicó que esperaba a su "amigo"(varones no heterosexuales
conservadores suelen decir así a su novio/a).
El me reprimía de la siguiente forma:
-¿Pero Luisito tu estás loco?, Qué es eso de que estás hablando de
democracia y derechos humanos?, disidencia y todas esas cosas, hasta
tuve que quitarte de mi lista de amigos...-
No le culpo por expresar su inquietud ante mi posicionamiento
político, me estima y bueno, para mi es una persona especial, está
claro que tenemos pensamientos distintos, comentaba fuera de ese tema
y dentro, que ya estaba muy viejo y no puede correr el riesgo de que
lo expulsen de su trabajo por tener un amigo en las redes sociales tan
"conflictivo", si en su muro sale de casualidad un texto de los que yo
escribo o reproduzco de otra persona, automáticamente mi socio sale
por el techo. -En parte es razonable su comportamiento, típico de
paranoias y constante invocaciones de resentimientos producto de
creencias irracionales que terminan destruyendo el sistema nervioso de
las personas.
Aunque señalo también esta realidad; fácilmente te "tumban del
caballo" por una "palabra" mal interpretada por el oportunista que
sabe a cual buró depositar la bala para otorgar el "tiro de gracia",
eso, no se puede dejar pasar por alto. Eso me hace recordar rasgos
similares de algunos capitalistas:
-O te callas y obedeces o ya sabes que hay todo una lista esperando
por ocupar tu puesto por un salario más bajo del que te estoy pagando,
a ver, estoy siendo un poco cínico aquí culpando solo al capitalista,
también las miserias humanas son parte de este estilo de vida, -¿pero
acaso el carácter fetichista del sistema no esconde todos estos
males?.
En fin, después de la descarga de palabras coincidimos en que la doble
moral está incrustada en lo mas profundo del imaginario de los
cubanos, -bueno no es tan así- hay personas que no les queda otra que
agarrar las sobras de la croqueta, razón por la que a cada rato estoy
introduciendo el dedo en la llaga. Para recordar que lo que está mal
está mal y se debe llamar por su nombre.
En el dialogo el me decía; -Cada edad es para su momento, yo ya tengo
más de 50, estoy en cuenta regresiva, ya mi época de luchar se
terminó, al momento que decía esas palabras llegaba su "amigo" y
bueno, el siguió con su vida y yo la mía, digo, camino al teatro,
ellos entraron por el frente y yo por detrás.
Por lo pronto la cola para entrar era abismal -!que cantidad de
personas!- , lo cómico de todo esto es que la puerta estaba cerrada,
yo como siempre lejos del tumulto, no es lo mío. Pienso que el momento
de estar pegado así es bailando con alguien, durmiendo o haciendo el
amor :-).
Se demoró medianamente unas dos horas que abrieran las puertas, y yo
pacientemente me tomé mi estate tranquilo en la esquina, -total- yo
tengo mi asiento asegurado en primera fila.
Fue muy divertido el concierto, por un lado hubo un que otro problema
con el audio(eso pasa siempre en los conciertos en vivo), Santiago
Feliú se puso a afinar la guitarra en pleno concierto -!que cómico!,
realmente me simpatizó mucho el gesto que hizo hacia el público, por
otro lado mientras se preparaba escenario para que Julieta hiciera su
gran entrada, algunos se entretenía haciendo chistes e imitaciones de
animales. Hubo uno que dijo en voz baja:
-Vendo pan con moringa a cinco pesos-, para que fue aquello, mira que
contenerme era imposible al punto que tuve dejar salir la riza que
como una epidemia contagió el teatro completo, aunque la mayoría de la
gente no conocía realmente por qué tanta celebración humorística.
Finalmente la anfitriona hizo su entrada, cantó nos dejó con lágrimas
de alegría recuerdos de momentos inolvidables, y mas con ganas de
seguir adelante con nuestras vidas, hubo un momento que estaba yo
encantado con el penúltimo tema que tocaba la artista mientras una
pareja detrás de mi hablaba de chismes de pasillo, -como si el teatro
fuera para hablar de temas tan fuera de...- ,mejor no lo escribo.
Terminó el concierto, salí con un frío tremendo, ahí dentro creo que
se podían hacer cubitos de hielo, pero bueno, mejor frío que calor.
Salí a buscar mi ómnibus destino a Santiago de Las Vegas y a dormir
para continuar la rutina diaria.
Queda decir que me hacía tremenda ilusión conocer personalmente a la
cantante mexicana Julieta Venegas, -vamos, me hace tremenda ilusión
aún-, pero no se dieron las circunstancias adecuadas para que se
hiciera realidad, lo que queda para mi y llena de satisfacción y
alegría mi alma, es el haber presenciado un concierto en vivo, de una
cantante que escribe temas tan cargados de espiritualidad y delicadeza
como "limón y sal", canción que me sirvió de herramienta para
reconquistar un viejo amor y "me voy", tema que señala el autoestima
y cómo se determina poner fin a una relación.
Realmente deseo mucha salud y éxito para Julieta Venegas y su banda,
son magníficos músicos.
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