El pasado Domingo fue peculiar.
Mi rutina suele ser bastante básica teniendo en cuenta que medianamente califico en el "modelo" de hombre soltero que pasa los treinta: lavar, limpiar la casa, sacudir los muebles, sembrar algo en el patio si tiene, escribir, visitar al novio, la novia, familiares, o simplemente ver televisión el día entero y no cocinar nada.
Pero esta vez por asuntos puramente laborales modifiqué mi estilo dominical por un asunto de mi conveniencia: Trabajo.
Para ello tenía que trasladarme en lo que fuera hasta el Vedado desde Santiago de Las Vegas. Tema que resolví sin mucho inconveniente.
En el camino hasta la terminal de ómnibus admiré un poco el ambiente y lo movido que estaba el improvisado Boulevar del pueblo. Estaba un poco inspirado y me puse a tararear una canción popular cuando recibí una llamada telefónica de un viejo conocido que interrumpió mi enagenamiento.
Pero esta vez por asuntos puramente laborales modifiqué mi estilo dominical por un asunto de mi conveniencia: Trabajo.
Para ello tenía que trasladarme en lo que fuera hasta el Vedado desde Santiago de Las Vegas. Tema que resolví sin mucho inconveniente.
En el camino hasta la terminal de ómnibus admiré un poco el ambiente y lo movido que estaba el improvisado Boulevar del pueblo. Estaba un poco inspirado y me puse a tararear una canción popular cuando recibí una llamada telefónica de un viejo conocido que interrumpió mi enagenamiento.
-Eh y esta sorpresa -pregunté mientras identificaba la persona que llamaba a través de la pantalla de mi teléfono celular-.
-Hola Pedro (A este personaje le puse Pedro para cuidar su identidad) Qué agradable sorpresa, ¿Y ese milagro?
-Lucho, necesito que tengamos una charla, puede ser , Donde estas ahora?
-Bueno yo estoy camino a la terminal de ómnibus aquí en Santiago. ¿Necesitabas algo?
-Necesito verte, pero por lo que escucho te vas para La Habana.
-Hombre te puedo dedicar veinte minutos, ven a verme en la esquina de la Terminal, que te esperaré ahí. -diciendo esto colgué la llamada y me dirigí rápido hasta la terminal, estaba a una cuadra de la misma, por lo que cuando crucé advertí el auto de Pedro pasar casi por frente de mi.
-Ño, que rápido -me dije-, se ve que anda en carro.
La circulación de los automóbiles estaba bastante alta, por lo que costaba un poco de trabajo cruzar al otro lado de la calle esperar que Pedro diera la vuelta.
Veré que asunto tendrá entre manos este colega ¿Será algún trabajo de traductor? -pensé medio entusiamado-.
El susodicho dio la vuelta a 300 metros de donde estaba porque era imposible retornar antes. Cuando logró doblar le hice la señal para que me recogiera y terminar con la curiosidad, había pasado casi 7 meses desde la última vez que conversamos cara a cara, él se había operado de la próstata y estaba recuperado completamente. Bueno, eso creí...
-Dímelo Luisito ¿Cómo está la cosa?.
-Ahí voy, en la busqueda del día a día. Y tu que se cuentas Pedro ¿En qué puedo ayudarte?
Hizo una señal para que subiera al auto y conversar con más intimidad.
-Bueno voy directo al grano. Sucede que aquello no me esta funcionando nada después que me operaron de la próstata.
-¡Ño! No me esperaba esta -dije para mi- ¿Que papel juego yo en todo esto?
-¿Cómo es eso compadre?¿No salíste bien de la operación? -Pregunté-.
-Todo salió bien, pero no me funciona "el caballo", yo quería hablar contigo para que me aconsejaras al respecto, como tu conoces mucha gente en el mundo de la medicina y has leído bastante del tema...
En su cara había signos de vergüenza y pena, era obvio que estaba en tremendo problema.
-No se si tendré que ir a ver un Fisioterapeuta, o tendré que buscar Viagra -dijo lamentándose-.
-Bueno, primero hermano, el Fisioterapeuta no va a resolver tu problema. ¿Probaste mirando algo de video?
-No, no he probado con eso, pero yo he hecho casi de todo lo demás, tocandome, tratando de masturbarme, y nada, yo creo que me jodieron una vena por ahí abajo.
-Mira, lo primero que debes hacer es buscar un Sexólogo o una Sexóloga para que te diagnostiquen correctamente de lo que está sucediendo contigo, ¡Ah! Y hay un tema muy importante amigo, no le des mucho taller a eso, que mientras más cabeza le des, menos vas a lograr una erección, la misma psiquis cohíbe tu organismo y evita que logres una erección. -le explicaba-. De lo que estoy casi convencido es que vas a necesitar usar Viagra, quizás no, pero es muy probable. Conozco personas que se han operado de lo mismo que tu, tienen una vida sexual bastante activa, pero desde que salieron del quirófano, se han auxiliado de la "píldora milagrosa"
-¿Entonce qué me aconsejas?
-Pedro, en estos casos tienes dos opciones: aceptar que este es tu nuevo estilo de vida, olvidarte de usar "El caballo", cosa que veo bastante difícil a tu edad o acercarte a una consulta de Sexología y Psicología. No tengas miedo de abrirte con estas personas -dije consolandole-, si hay algo bueno en esta gente es el pacto de privacidad entre paciente y médico.-añadí.-
El puso el rostro de no hacerle mucha gracia mi consejo, pero su desesperación era grande y quería recuperar si potencia sexual, se notaba por el modo en que me miraba.
-Está bien Luisito, voy a ver a la doctora para que me encamine en la dirección que me diste.
-Espero que resuelvas amigo. -le dije regalando una sonrisa de esas que suelo dar a los amigos cuando están en grandes aprietos-.
-Bueno, eso era lo que quería hablar contigo, te adelantaría pero estoy despierto desde las 3 de la mañana, es que estuve con un pasaje que se suponía llegara a la 1 AM y llegó a las 3 AM a la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, en fin, que terminé a las 7 AM y estas son las horas que no he dormido. Valió la pena, me gané 20 CUC que nada mal hacen a mi economía y al carro.
-Está muy bien eso, a lo mejor más adelante te contacto para algún pasaje. Mira dejame después de la esquina por donde salen los P(ómnibus articulados).
-¿Aquí?
-Si, aquí mismo. -respondí señalando una Chivichana a diez metros de la esquina-.
-Gracias, dale saludos a tu mamá de mi parte, -dijo Pedro despidiéndose un poco más alegre-.
-Así que ahora soy también consejero en asuntos de impotencia sexual? Eso si que está bueno, es verdad que lo que me pasa a mi... -bromeaba sobre mi mismo-. En fin, espero que le haya servido de algo mis consejos.
-Hola Pedro (A este personaje le puse Pedro para cuidar su identidad) Qué agradable sorpresa, ¿Y ese milagro?
-Lucho, necesito que tengamos una charla, puede ser , Donde estas ahora?
-Bueno yo estoy camino a la terminal de ómnibus aquí en Santiago. ¿Necesitabas algo?
-Necesito verte, pero por lo que escucho te vas para La Habana.
-Hombre te puedo dedicar veinte minutos, ven a verme en la esquina de la Terminal, que te esperaré ahí. -diciendo esto colgué la llamada y me dirigí rápido hasta la terminal, estaba a una cuadra de la misma, por lo que cuando crucé advertí el auto de Pedro pasar casi por frente de mi.
-Ño, que rápido -me dije-, se ve que anda en carro.
La circulación de los automóbiles estaba bastante alta, por lo que costaba un poco de trabajo cruzar al otro lado de la calle esperar que Pedro diera la vuelta.
Veré que asunto tendrá entre manos este colega ¿Será algún trabajo de traductor? -pensé medio entusiamado-.
El susodicho dio la vuelta a 300 metros de donde estaba porque era imposible retornar antes. Cuando logró doblar le hice la señal para que me recogiera y terminar con la curiosidad, había pasado casi 7 meses desde la última vez que conversamos cara a cara, él se había operado de la próstata y estaba recuperado completamente. Bueno, eso creí...
-Dímelo Luisito ¿Cómo está la cosa?.
-Ahí voy, en la busqueda del día a día. Y tu que se cuentas Pedro ¿En qué puedo ayudarte?
Hizo una señal para que subiera al auto y conversar con más intimidad.
-Bueno voy directo al grano. Sucede que aquello no me esta funcionando nada después que me operaron de la próstata.
-¡Ño! No me esperaba esta -dije para mi- ¿Que papel juego yo en todo esto?
-¿Cómo es eso compadre?¿No salíste bien de la operación? -Pregunté-.
-Todo salió bien, pero no me funciona "el caballo", yo quería hablar contigo para que me aconsejaras al respecto, como tu conoces mucha gente en el mundo de la medicina y has leído bastante del tema...
En su cara había signos de vergüenza y pena, era obvio que estaba en tremendo problema.
-No se si tendré que ir a ver un Fisioterapeuta, o tendré que buscar Viagra -dijo lamentándose-.
-Bueno, primero hermano, el Fisioterapeuta no va a resolver tu problema. ¿Probaste mirando algo de video?
-No, no he probado con eso, pero yo he hecho casi de todo lo demás, tocandome, tratando de masturbarme, y nada, yo creo que me jodieron una vena por ahí abajo.
-Mira, lo primero que debes hacer es buscar un Sexólogo o una Sexóloga para que te diagnostiquen correctamente de lo que está sucediendo contigo, ¡Ah! Y hay un tema muy importante amigo, no le des mucho taller a eso, que mientras más cabeza le des, menos vas a lograr una erección, la misma psiquis cohíbe tu organismo y evita que logres una erección. -le explicaba-. De lo que estoy casi convencido es que vas a necesitar usar Viagra, quizás no, pero es muy probable. Conozco personas que se han operado de lo mismo que tu, tienen una vida sexual bastante activa, pero desde que salieron del quirófano, se han auxiliado de la "píldora milagrosa"
-¿Entonce qué me aconsejas?
-Pedro, en estos casos tienes dos opciones: aceptar que este es tu nuevo estilo de vida, olvidarte de usar "El caballo", cosa que veo bastante difícil a tu edad o acercarte a una consulta de Sexología y Psicología. No tengas miedo de abrirte con estas personas -dije consolandole-, si hay algo bueno en esta gente es el pacto de privacidad entre paciente y médico.-añadí.-
El puso el rostro de no hacerle mucha gracia mi consejo, pero su desesperación era grande y quería recuperar si potencia sexual, se notaba por el modo en que me miraba.
-Está bien Luisito, voy a ver a la doctora para que me encamine en la dirección que me diste.
-Espero que resuelvas amigo. -le dije regalando una sonrisa de esas que suelo dar a los amigos cuando están en grandes aprietos-.
-Bueno, eso era lo que quería hablar contigo, te adelantaría pero estoy despierto desde las 3 de la mañana, es que estuve con un pasaje que se suponía llegara a la 1 AM y llegó a las 3 AM a la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, en fin, que terminé a las 7 AM y estas son las horas que no he dormido. Valió la pena, me gané 20 CUC que nada mal hacen a mi economía y al carro.
-Está muy bien eso, a lo mejor más adelante te contacto para algún pasaje. Mira dejame después de la esquina por donde salen los P(ómnibus articulados).
-¿Aquí?
-Si, aquí mismo. -respondí señalando una Chivichana a diez metros de la esquina-.
-Gracias, dale saludos a tu mamá de mi parte, -dijo Pedro despidiéndose un poco más alegre-.
-Así que ahora soy también consejero en asuntos de impotencia sexual? Eso si que está bueno, es verdad que lo que me pasa a mi... -bromeaba sobre mi mismo-. En fin, espero que le haya servido de algo mis consejos.
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